Braña significa tierra de prados, lo que nos indica que nuestra excursión va a discurrir por un paisaje ganadero y montañoso, de bosques frondosos y verdes pastos. Esta zona está también marcada por su reciente pasado minero, ahora venido a menos pero que como en el paisaje que conformó.
Desde el Convento y cruzando la vía del tren accedemos a la autovía de la Meseta, para salir de ella en la desviación a Aguilar de Campoo. Entramos en el pueblo y tras cruzar e bello puente sobre el Pisuerga, cogemos la carretera a Cervera. El Monasterio de Santa María la Real (autentica maravilla que dejaremos para una visita a Aguilar que nos llevara un día entero), a nuestra izquierda y la mole de la presa nos despide de esta villa. El paisaje se va abriendo y de golpe se nos aparece, magnifica, la Montaña Palentina al fondo.
Continuamos hasta Salinas de Pisuerga donde, sin entrar en el pueblo, tomaremos una desviación a la derecha, la PP 2123, que nos llevara atravesando un bonito valle a Villanueva de la Torre, pueblo que mantiene su aire medieval, con una airosa torre del Siglo XI y su iglesia románica de Santa Marina en lo alto de la colina. Nuestra próxima parada será en Revilla de Santullán, su iglesia de San Cornelio es una de las joyas del Románico Español, con una admirable portada que se ha mantenido en perfecto estado de conservación, gracias a una construcción posterior del Siglo XVII, que si bien distorsiona el estilo original del templo, ha preservado la portada. Construida por los mismos canteros que Santa María la Real, y San Andrés de Arroyo, en la segunda arquivolta, el maestro cantero, orgulloso por tan magnífica obre, se tallo a si mismo y dejo su nombre para la posteridad: “Micaelis me fecit”
Seguimos a Barruelo de Santullán, pueblo minero por excelencia y que divisamos al fondo a nuestra izquierda. La mina ha hecho a Barruelo, que paso de ser un villorrio de doce habitantes, a tener casi cinco mil en os años 70. Su cierre está condicionando su futuro, ya que en los últimos años ha perdido la mitad de su población.
Todo alrededor del pueblo recuerda aquellos tiempos. Las negras y fantasmales montañas de escoria, la curiosa arquitectura industrial que habría que proteger como testigo de su historia reciente, los barrios donde volvían los mineros después del tajo, el Centro de Interpretación de la Minería, donde se puede visitar una mina y un museo con más de 600 metros cuadrados de exposiciones.
Nuestro viaje continúa por la misma carretera, que asciende entre uno de los bosques mejor conservados de la provincia y que nos llevará a la siguiente etapa: Brañosera. Precioso pueblo montañés de un curioso color rojizo que le da la piedra de sus canteras, afamadas en la zona. Enclavado en un paraje impresionante, tiene el honor de ser el primer municipio de la península debido al fuero concedido en el año 824 por el conde Munio Núñez.
Como valor añadido también encontramos un par de restaurantes típicos donde por una cantidad razonable nos darán una magnifica comida casera.
Si nos queda tiempo. Podemos acercarnos al refugio del Golobar, hoy arruinado y abandonado, pero desde donde se divisa un paisaje de ensueño.
Es el momento de empezar el regreso, que hacemos por la misma carretera por la que vinimos, y nada más pasar Barruelo, pegado a las montañas de escoria, tomaremos la PP2206 que nos introducirá en el valle de Santillán por una impresionante carretera de montaña, donde el paisaje y sus aldeas de nombres tan curiosos como Villabellaco o Perapertú han mantenido su carácter medieval, cada uno de ellos con su pequeña iglesia románica. El Perapertú se encuentra la ermita de la Virgen de las Peña situada en u a espectacular mole caliza. Siguiendo nuestro camino nos adentramos en el Valle de Mudá y en el pueblo de San Cerbián. En su iglesia parroquial de San Cipriano en los años 70, del Siglo pasado, se descubrieron unas pinturas murales del Siglo XV, aun en fase de restauración, que aunque no son de una grandísima calidad artística, si merecen la pena por su alegre colorido, gran tamaño y originalidad.
Y para original, el Observatorio Astronómico que el arquitecto Jesús Castillo Oli ha diseñado a la salida del pueblo restaurando un antiguo silo minero. Una autentica sorpresa por lo inesperado. Merece realmente una visita que se puede concertar en el ayuntamiento de San Cerbián.
La carretera acaba en el pueblo de Rueda donde volveremos a enlazar con la de Aguilar para regresar al Convento de Santa María de Mave.
